Una escultura de la Virgen del Carmen ha estado desde hace 33 años en medio de la Bahía de Cartagena como patrona de las Fuerzas Armadas de Colombia y venerada por marineros y en general por todos los cartageneros. Es una virgen ligada al mar, al puerto, a sus hombres y mujeres (véase imagen).
La Virgen del Carmen en la Bahía de Cartagena.
El tormentoso 9 de agosto de 2015 un rayo la derriba sobre el mar causando estupor entre los cartageneros. Ante la desaparición de una figura venerada por décadas, autoridades militares y eclesiásticas de la ciudad reaccionaron para dar soluciones. Fue así como la Armada Nacional dispuso durante diez días un equipo de buzos que logró recuperar, con correas y montacargas, unas 21 piezas de la maciza figura en mármol de veinte toneladas, y la trasladó a la Base Naval para su recuperación (véase imagen). A su vez, la Arquidiócesis de la ciudad decidió contactar al restaurador y experto en la talla de esculturas, Carlos Enrique Rodríguez Arango, quien desde junio trabaja al lado de dos escultores asistentes para darle una nueva vida a esta icónica representación.
Personal y buzos de las Fuerzas Armadas de Colombia rescatan los restos de la Virgen. (Foto: Jefe Manuel A. Forero, ARC)
El escultor explicó que, afortunadamente, las caras de la Virgen y el niño no sufrieron daños graves, pero los vestidos y el manto presentan gran deterioro con fracturas del mármol en todas las direcciones. Esto sumado a que la sección, que abarca de las rodillas a la peaña donde reposan los pies, es la base que debe soportar las 24 toneladas correspondientes a las dos piezas de encima se fracturó en múltiples pedazos, haciendo que su reparación no sea posible, y obligaron al artista a importar desde Italia un bloque macizo de mármol de Carrara de 20 toneladas. “Cada detalle de la virgen lo estoy restaurando con una máquina de copiar puntos de profundidad, una técnica renacentista de puntos tridimensionales, donde la aguja marca los puntos en el bloque de mármol, lo que permite una gran precisión. Rearmar el resto de piezas rotas ha sido como armar un rompecabezas”, señaló el artista (véase imagen).
Escultor Carlos Enrique Rodríguez Arango en los trabajos de restauración.
La llegada a Cartagena
La virgen del Carmen tiene una historia fascinante. Su elaboración fue encargada en los años 50 a Luisi Heredi, escultor de Pietra Santa, Italia, quien en un principio la ejecutó de 15 metros de altura, pero su traslado resultó toda una odisea en la que sufrió daños y roturas antes del viaje en tren y posterior transporte en barco hasta las costas del Caribe colombiano. Estos inconvenientes obligaron a que se construyera una nueva, más pequeña y hueca en el centro. Es así como la imagen inicial se redujo a la mitad en su tamaño y tuvo que ser fraccionada en tres bloques para facilitar su desplazamiento hasta Cartagena. Su costo total en ese entonces fue de 22 mil dólares.
El 16 de julio de 1958 se realizó su inauguración en el Baluarte de San Lorenzo, con una impresionante procesión que salió desde la Catedral del centro amurallado y llegó hasta el pie del baluarte por la Avenida del Arsenal la cual bordea la bahía.
En 1983, la Empresa de Desarrollo Urbano, con el apoyo de la Gobernación del Departamento de Bolívar y de la Alcaldía, deciden trasladar la escultura a la entrada de la bahía, lugar que ocupa desde entonces como veedora y protectora de este patrimonio de la humanidad. Para su traslado y ubicación en la bahía, se utilizó un camión que la trasportó hasta la terminal, allí se colocó en un planchón y con la ayuda de una grúa flotante de 50 toneladas, se instaló sobre una estructura pedestal de 17 metros de altura.
El rayo no fue el único responsable
Rodríguez Arango realiza un análisis de los daños que sufrió la escultura, y concluye que el rayo, solo fue el empujón final que precipitó al mar sus dos piezas superiores. “El verdadero causante de las fracturas del mármol fue el ensamblaje utilizado para ubicarla en la bahía en su momento, un concreto pobre y varios fragmentos de varilla de hierro corrugado, que con el tiempo se oxidaron, se expandieron y quebraron el cemento, y posteriormente el mármol a la altura de las rodillas de la virgen”.
Otro hallazgo muy importante, es que luego de observar fotografías de la pieza original de Giovanni Mangini, descubrió que poseía una corona con 12 rayos y 12 estrellas iluminadas. Al parecer, esta pieza de bronce, de dos metros con cincuenta centímetros de diámetro, se refundió, o algo irregular sucedió con ella durante el traslado de San Lorenzo a la bahía, sin que nadie se percatara. Por este motivo, el artista está trabajando, además, en la elaboración de una aureola de esas mismas características que complemente la belleza perfecta de la escultura.
La buena noticia de esta historia, es que el 7 de diciembre de 2016, cuando se celebra la Fiesta de las Velitas, cartageneros y visitantes podrán contemplar una escultura imponente, rejuvenecida y totalmente renovada que continuará siendo objeto de veneración e inspiración para sus creyentes e icono en la Bahía de Cartagena (véase imagen).
Peregrinación de fieles en sus festividades.
Head image: Peregrinación de fieles en sus festividades.