El Centro Botín creará un nuevo espacio que unirá el centro de Santander con la Bahía, recuperando para sus habitantes uno de sus lugares más emblemáticos y creando un lugar de encuentro que contribuirá, a través de las artes, a desarrollar la creatividad para generar riqueza económica y social. Para la Fundación Botín, es la mejor forma de responder a la misión de sus fundadores, Marcelino Botín y Carmen Yllera, cuando se cumplen 50 años del nacimiento de la institución.
La construcción de este equipamiento cultural transformará Santander, integrando su fachada litoral en el centro urbano a través de los Jardines de Pereda.
El emplazamiento es el muelle de Albareda, una zona portuaria vallada y destinada durante décadas al estacionamiento de vehículos para el acceso al ferry y situada en un entorno saturado de tráfico, al ser uno de los principales puntos de acceso de la ciudad.
La intervención en un punto urbanísticamente tan estratégico, requería una alta calidad y excelencia en el proyecto, acorde con su situación frente al Conjunto Histórico del Paseo de Pereda.
Para un proyecto de esta envergadura, en el año 2010 la Fundación Botín acudió al arquitecto Renzo Piano, que ha demostrado, desde que en 1971 ganara el concurso del Centro Pompidou de París, no sólo una capacidad técnica y una habilidad única para jugar con la luz y crear entornos únicos para vivir el arte, sino un compromiso con la excelencia verdaderamente extraordinario.
Boceto 2010 Renzo Piano. (Renzo Piano Building Workshop)
El proyecto inicial fue presentado públicamente en septiembre de 2011. El debate abierto en ese momento, con una intensa participación ciudadana, y la capacidad de escucha del arquitecto genovés, llevaron a dos importantes modificaciones. El proyecto definitivo presentado dos meses después, trasladaba la ubicación del edificio unos cien metros, hasta situarlo en línea con el Mercado del Este, evitando el desplazamiento de la Grúa de Piedra, un elemento de gran significación para los santanderinos y, como elemento fundamental, contemplaba la construcción de un túnel para soterrar el tráfico, lo que permitía duplicar la extensión de los Jardines de Pereda y llevarlos hasta el mar.
El proyecto ha sido diseñado por el estudio Renzo Piano Building Workshop (RPBW), en colaboración con Luis Vidal y Arquitectos. La construcción levita sobre el terreno y no supera la altura de los árboles del parque, salvando y enmarcando las vistas de la Bahía.
En el proyecto definitivo, el paisajismo adquiría un relevante papel, al concebirse como el nexo de unión que dará continuidad al nuevo edificio, los antiguos Jardines de Pereda y el centro urbano. La ampliación y la mejora de los jardines que la intervención contemplaba, tras sumarse al proyecto el paisajista Fernando Caruncho, implica conservar y potenciar todo aquello que el jardín ha guardado y protegido a lo largo del tiempo, tanto en las especies vegetales como en los hitos y monumentos que guardan la memoria del jardín.
Infografía Centro Botín desde los Jardines de Pereda. (Renzo Piano Building Workshop)
Los nuevos Jardines de Pereda pasan de dos a cuatro hectáreas, duplicándose las zonas estanciales y triplicándose las zonas verdes. El número total de árboles del Jardín es de 262, de los cuales 141 son de nueva plantación. Las nuevas plantaciones incluyen robles, magnolias, tilos, madroños, plátanos, etc.
El diseño mantiene y realza la memoria del actual parque, adaptándose al mismo tiempo a la nueva escala.
Al oeste, la plaza de Alfonso XIII se convierte en un gran espacio urbano y en la antesala de los Jardines. Ya dentro del jardín, se combinan los caminos con las zonas verdes y estanciales, generando tanto espacios soleados como umbríos. El nuevo pavimento de hormigón oxidado, en tonos azules y verdes y sin bordillos que lo separan de las zonas verdes, crea una atmósfera muy especial y luminosa.
Además, la desaparición del tráfico bajo el túnel y la peatonalización de varias calles adyacentes mejorará la calidad acústica y atmosférica de la zona y permitirá al paseante vistas y rutas inéditas, que lo llevarán desde el centro histórico hasta el mar sin cruzar ninguna calzada.
El Centro Botín será el proyecto más global, más local y más social de la Fundación.
Más global, porque será un centro de arte privado de referencia en España que formará parte del circuito internacional de centros de arte de primer nivel. Potenciará el programa de Artes Plásticas que la Fundación Botín lleva desarrollando desde hace más de 25 años en torno a la formación, a través de talleres internacionales dirigidos por artistas de primer nivel y becas para artistas; la investigación del dibujo de los grandes artistas españoles de todas las épocas; y exposiciones internacionales producidas por la Fundación o derivadas de sus programas de investigación y formación.
Será también el proyecto más local, porque será un motor de desarrollo para Santander que potenciará la cornisa cantábrica como uno de los ejes culturales más importantes de Europa y creará un nuevo lugar de encuentro en el centro de la ciudad que, a través del arte y la cultura, será un elemento dinamizador de Santander. El Centro Botín será parte de la vida diaria de los habitantes de Santander, y contribuirá a fortalecer el tejido social y cultural de la ciudad.
Por último, el Centro Botín será el proyecto más social de la Fundación, porque se convertirá en un lugar de referencia en el mundo para el desarrollo de la creatividad a través de las artes. El Centro usará las artes para generar actitudes que potencien la creatividad. Lo hará con talleres, cursos y actividades formativas para niños, jóvenes y adultos. El Centro también investigará la relación entre las artes, las emociones y la creatividad, y se convertirá en un punto de encuentro internacional para los expertos en estos ámbitos. Todo ello será posible gracias a la larga experiencia de la Fundación en el desarrollo de la inteligencia emocional y social y al proyecto de investigación desarrollado con la Universidad de Yale para definir cómo se puede potenciar la creatividad con las artes a través de las emociones.
Vista aérea del Centro Botín en construcción, mayo 2014. (Foto: Jorge Fernández Bolado)
La mayor parte del programa del edificio se cobija en dos volúmenes unidos por un juego de espacios y pasarelas que Renzo Piano llama pachinko (pinball en japonés) que se adentran en la bahía. Será una zona pública que llenará de vida el edificio y servirá, a la vez, como distribuidor principal exterior. El edificio oeste es el dedicado al arte y el este, a actividades culturales y formativas.
El edificio oeste albergará una sala de exposiciones de 2.500 m2 y su planta baja será transparente, ocupándose solo 350 m2 que se destinarán a un espacio social, abierto, que alojará El Muelle, con zonas de estar, de restauración y tienda. Las paredes serán de cristal y las instalaciones estarán en el sótano, para que en todo momento se puedan disfrutar las vistas de la Bahía.
El edificio este, el más pequeño, tendrá un espacio multifuncional para 300 personas, salas de seminarios y espacios de trabajo. En su azotea habrá una terraza desde la que se disfrutará de unas vistas únicas.
El edificio no toca tierra, está suspendido: sólo los espacios de recepción, pensados como zonas abiertas de relax, tendrán contacto con la tierra y ocuparán espacio del nuevo parque. Y gracias a la plaza suspendida y a la pasarela en voladizo sobre el agua, el resultado es que habrá más metros para pasear que los que habría sin edifico.
Detalle de las cerámicas. (Foto: Renzo Piano Building Workshop)
La ligereza ha sido el principal objetivo del arquitecto en el diseño. Los dos volúmenes se elevan sobre columnas para no quitar las vistas de la bahía y dejar pasar la luz. Una de las mayores innovaciones técnicas del proyecto, que dotará al Centro Botín de un carácter especial, es el revestimiento del edificio con 280.000 piezas de cerámica. Serán como poros por donde la piel pueda respirar, con piezas planas en la parte inferior, que se abombarán en los laterales y en su camino hacia la cubierta se irán hinchando hasta abrirse. El objetivo es aprovechar la luz que llega de arriba para iluminar los espacios de arte, y la que llegará desde abajo, reflejada en el agua, para dar luz a las nuevas plazas cubiertas que el edifico generará.
Las plazas exteriores situadas al norte y al oeste del edificio serán dos de los espacios más importantes. Serán zonas de estar desde las que disfrutar del parque y la bahía. En la plaza oeste habrá un auditorio al aire libre para actividades culturales. Desde él, y gracias a la gran pantalla que habrá en la fachada del edificio, se podrá ver cine al aire libre y disfrutar de las actividades que tengan lugar dentro del Centro.
Recuadro vista Bahía desde Centro Botín Santander. (Foto: Jorge Fernández Bolado)
Las obras se iniciaron en junio de 2012 en un terreno propiedad de la Autoridad Portuaria y que la Fundación Botín ocupa en concesión. El presupuesto para el edificio, el paso subterráneo y la ampliación y remodelación de los Jardines, así como de las calles adyacentes, rondará los 80 millones de euros, aportados íntegramente por la Fundación Botín, la mayor inversión privada en una infraestructura cultural en España. La construcción está a cargo de OHL-Ascan y la gerencia y dirección de ejecución de obra a Bovis.
El Centro Botín comienza a vibrar en el verano 2014, con la apertura de los Jardines de Pereda y el túnel para el tráfico y el inicio de una amplia programación de música, arte y teatro organizada al aire libre en colaboración con el Ayuntamiento de Santander.
El Centro Botín empieza así a cumplir uno de sus objetivos: fertilizar con arte y cultura la vida de Santander. Porque el Centro Botín quiere enseñar a las personas a usar las artes para desarrollar una forma de pensar que lleve a explorar nuevas formas de hacer cosas, convirtiendo los problemas en oportunidades de crecimiento y contribuyendo así a mejorar su bienestar personal y el de su entorno.
Esta intervención, que ha sido posible gracias a la iniciativa de la Fundación Botín y al buen entendimiento y colaboración de la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Santander, cambiará para siempre la ciudad y el modo en que sus habitantes la entienden. Deseamos que las generaciones del futuro se sientan orgullosas de esta herencia y hayamos contribuido a hacer una sociedad más creativa y con mayor bienestar.
Head image: Infografía Centro Botín desde los Jardines de Pereda. (Renzo Piano Building Workshop)