En 2012, dentro de los fastos conmemorativos del bicentenario de la primera Constitución española, se publicaba la Guía de las fortificaciones y Sistemas de defensa de la Bahía de Cádiz [1]. Trascendiendo las intenciones iniciales, la Guía fue erigiéndose como un imprescindible manual para comprender el territorio sobre el que se asienta este heterogéneo conjunto de edificaciones, determinante en sí mismo para entender la conformación del propio marco territorial. En muy pocas ocasiones la contextualización geográfica de un hecho arquitectónico resulta tan relevante para aprehender el sentido completo de cada construcción y el papel que cada una desempeña en el conjunto del sistema. En la actualidad, las modificaciones sufridas por la línea de costa dificultan en ocasiones comprender el sentido de algunas ellas.
De Norte a Sur, el arco de la Bahía de Cádiz está compuesto por los municipios de Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real y San Fernando. A Cádiz, situada en el centro de la Bahía, hasta la construcción del puente Carranza solo era posible acceder por tierra salvando el Caño de Sancti Petri en Puente de Suazo, entre Chiclana y San Fernando (imagen anterior). En su conformación interior, la Bahía cuenta con un primer estrechamiento entre el Puerto y Cádiz, sobre el que respectivamente se ubicarían desde el siglo XVI los Castillos de Santa Catalina y el Baluarte de San Felipe. Una segunda angostura, más pronunciada, define el acceso al saco interior de la Bahía; defendido en este punto desde el mismo siglo por los castillos de Matagorda (Puerto Real) y Puntales (Cádiz) [2]. Resguardado al fondo de este segundo ámbito, en 1727 se ubicaría el Arsenal de la Carraca, primer astillero de la Armada Española [3].
La Bahía fue desde antiguo importante enclave comercial y estratégica plaza militar, gracias a su disposición idónea para grandes embarcaciones y a su relevante posición geográfica. Cualidades mismas que la hicieron difícil de defender de los asaltos continuos de piratas y corsarios. Para su necesaria defensa, en el siglo XVI se iniciaría un largo proceso de fortificación que correría en paralelo al definitivo despegue comercial y militar de la Bahía. Ambas funciones habrían de alcanzar su cenit en el siglo XVIII, con el traslado a Cádiz de la Casa de la Contratación, que ordenaba todo el comercio con Las Indias; y con la implantación del Departamento marítimo del Sur, primero en Cádiz y posteriormente en la Población de San Carlos, en San Fernando [4].
Descripción gráfica del frustrado asalto de 1625 en la que puede reconocerse parcialmente el avance experimentado por el sistema defensivo gaditano (“Descripción de la Baia de Cadiz sacada del original de Don Pedro Teisera Geógrafo del Rey N. S. Alardo de Popma, 1625”. Ortega-Feliu, P. & Aladro-Prieto, JM. (2012), Guía de las fortificaciones y sistemas de defensa de la Bahía de Cádiz, p. 163, © BNE).
El sistema defensivo de esta extraordinaria plaza comercial y militar, generado fundamentalmente entre los siglos XVI y XIX, sería testigo, causa y consecuencia, de un buen número de trascendentales acontecimientos de la historia bélica de la nación [5]. Desde el ataque del corsario Sir Francis Drake en 1587, cuando en la Bahía se preparaba la Armada Invencible; el terrible saqueo que en represalia al fallido ataque español (1588) sufriría la ciudad en 1596, que haría a Felipe II plantearse abandonarla para siempre; el nuevo ataque angloholandés de 1625 (imagen anterior), que la mejoría de las defensas consiguió evitar y Zurbarán inmortalizaría [6]; el de uno de los primeros acontecimientos de la Guerra de Sucesión, que conduciría al saqueo de las otras poblaciones de la Bahía en 1702; la resistencia de toda una nación frente al ejército napoleónico en 1812; hasta de la vuelta del absolutismo en 1823 de la mano de los Cien Mil Hijos de San Luis.
Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz, Sectores: Cádiz (1), Cádiz extramuros (2), Caño de Sancti Petri (3), Puente Suazo (4), Bahía interior (5) y Bahía exterior (6). (Elaboración autores).
Además de hacerlo desde la propia historia española, esta amplia estructura defensiva puede comprenderse como la suma de seis sectores geográficos; cada uno de los cuales responde en buena medida a misiones defensivas diferenciadas. El sector central lo constituye la propia Cádiz (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (1)). Desde el principio se planteó cercarla en su totalidad; al final del proceso, jalonada de castillos y baluartes que protegían los puntos más sensibles del sistema, la ciudad quedaría convertida en sí misma en una gran batería. Entre los baluartes más relevantes estaría el de la Candelaria, que dirigía su fuego hacia el acceso a la Bahía. Tras el saqueo de 1596, el miedo a un nuevo desembarco sobre la playa de la Caleta impulsó al ingeniero Cristóbal de Rojas a construir el Castillo de Santa Catalina, uno de los mejores fuertes del siglo XVI español. Posteriormente, para completar la defensa, la playa se amurallaría entera y a principios del siglo XVIII se construiría el Castillo de San Sebastián, en el otro extremo de la cala.
Ante un posible desembarco, el otro gran frente a proteger era el de las Puertas de Tierra, el acceso a la ciudad por el istmo. Al primitivo muro del siglo XVI se le irían progresivamente añadiendo nuevas estructuras hasta conformar el más importante conjunto defensivo de la Bahía. La última reforma se realizaría a partir de 1730 siguiendo las avanzadas teorías de Vaubán, el más importante teórico europeo del siglo XVIII: una extraordinaria secuencia de elementos defensivos que separaban la línea de fuego de la verdadera muralla de la ciudad (siguiente imagen).
Frente de Puertas de tierra en la maqueta de Cádiz de 1777 (Ortega-Feliu, P. & Aladro-Prieto, JM. (2012), Guía de las fortificaciones y sistemas de defensa de la Bahía de Cádiz, p. 228, Gentileza de Juan Jiménez Mata).
Frente a Cádiz, la defensa de la costa de la Bahía exterior (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (6)) y el acceso a la misma se confiaba a una serie de baterías situadas entre Rota y El Puerto de Santa María. Un sistema defensivo, reforzado tras el saqueo de 1702, formado por un conjunto de fortificaciones de pequeñas dimensiones, que acogía a la artillería que defendía las playas de posibles desembarcos. De todas ellas la principal era el Castillo de Santa Catalina, en El Puerto, cuyo fuego colaboró de forma decisiva en impedir un nuevo saqueo en 1625.
Hacia el interior de la Bahía las defensas se situarían sobre ambas márgenes, en Cádiz extramuros (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (2)) y sobre la costa de la Bahía interior (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (5)), en Puerto Real y San Fernando. En el primer sector, Torre Gorda en primera instancia, sobre el istmo; el Castillo de Cortadura en el acceso a la península; y en último lugar el Castillo de San Lorenzo del Puntal, actualmente al pie de la Torre de la Luz; colaboraban junto a otras baterías menores en evitar que un ejército atacante pudiera llegar por tierra hasta las Puertas de la ciudad, bien desde Puente Suazo o bien desembarcando en sus proximidades. Además de lo estrictamente defensiva, estas construcciones constituían un sistema de comunicación. Desde Torregorda, construida en el siglo XVII, era posible establecer contacto visual con el Castillo de Sancti Petri en San Fernando y con el de San Sebastián en Cádiz, en ambos extremos del frente oceánico de la Bahía.
Desde la Bahía interior (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (5)), la prioridad fue siempre defender el paso al segundo ámbito de la Bahía. En la costa de Puerto Real, frente al Castillo de Puntales, se ubicaría en el siglo XVI el Fuerte de Matagorda; posteriormente, a principios del XVIII, el de San Luis. Entre los tres, apoyados por otras batería menores, había de controlarse el acceso y al mismo tiempo protegerse las instalaciones militares instaladas a partir del XVIII en San Fernando.
Al sur, el Caño de Sancti Petri (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (3)), que constituía en sí mismo una barrera natural, quedaría reforzado a principios del siglo XIX con una larga serie de baterías que culminaba en el fortificado Castillo de Sancti Petri, sobre el islote del mismo nombre. Todos ellas colaboraban con las propias defensas de Puente Suazo (imagen: Sistema de defensa de la Bahía de Cádiz (4)) en la protección del caño y en el blindaje del único acceso terrestre a Cádiz (imagen inicial); protegiendo al mismo tiempo las instalaciones de La Carraca y San Carlos que se ubicaban tras el frente defensivo. Sería en esta línea de fortificaciones donde quedaría atrapado el ejército francés en 1810, sin que nunca lograra sobrepasarla.
Todo el sistema defensivo brevemente descrito, las construcciones, las interrelaciones entre ellas, los caminos de accesos, los paisajes generados, etc., constituye un extraordinario conjunto patrimonial, memoria construida de la historia de la Bahía y sus poblaciones, y por ende de España. Una estructura a la que, a su valor histórico y arquitectónico, se le añade su ineludible capacidad para explicar este territorio y a su gente.
Notas
[1] “La Guía de las fortificaciones y Sistemas de defensa de la Bahía de Cádiz” fue el resultado de la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz y el Consorcio para la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812. La idea y concepción de la Guía propuesta por los autores de este artículo resultó ganadora del concurso convocado por el Colegio de Arquitectos a tal efecto.
[2] Aprovechando este mismo estrechamiento, se implantaron en 1956 las Torres de la Luz y a su lado, en 1969, el primer puente de la Bahía.
[3] La Bahía sería capital en la refundación borbónica de la Armada española. En 1717 se fundaría en Cádiz la Real Academia de Caballeros Guardiamarinas. Ese mismo año se iniciaban las obras de La Carraca, primer arsenal de la Armada. Los arsenales eran instalaciones dotadas de todo lo necesario para construir y equipar buques de guerra.
[4] En el proceso de reforma de la Armada, la costa española quedaría dividida en tres Departamentos Marítimos: Norte (El Ferrol), Este (Cartagena) y Sur, en Cádiz, primero de los tres y donde se ubicaría la Dirección General de la Armada. La Poblaciónde San Carlos, en la Isla de León, se proyectaría a partir de 1777 para albergar la sede del Departamento, tras su ubicación provisional primero en Cádiz y después en San Fernando. Torrejón Chaves, J. (1992).
[5] Calderón Quijano, J. A. (1976). Fernández Cano, V. (1973).
[6] “La defensa de Cádiz frente a los ingleses”, pintado por Zurbarán en 1634, ocuparía un lugar privilegiado junto al célebre cuadro de “Las Lanzas” de Velázquez en el Salón del Reino del Palacio Real de Madrid.
Referencias
Calderón Quijano, J. A. et al. (1998), Cartografía militar y marítima de Cádiz 1513-1878, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Sevilla.
Calderón Quijano, J. A. (1976), Las defensas del Golfo de Cádiz en la Edad Moderna, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Sevilla.
Chías, P. & Abad T. (dir.) (2011), El patrimonio fortificado: Cádiz y El Caribe, una relación transatlántica, Universidad de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares.
Fernández Cano, V. (1973), Las defensas de Cádiz en la Edad Moderna, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Sevilla.
Jiménez Mata, J., Malo de Molina, J. & Ruiz Nieto-Guerrero, M. P. (2012), Cádiz: Guía de arquitectura del siglo XIX, Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz, Cádiz.
Olmo Enciso, L. (Ed) (2011), Catálogo del patrimonio histórico inmueble de la defensa, Ministerio de la Defensa, Madrid.
Ortega-Feliu, P. & Aladro-Prieto, JM. (2012), Guía de las fortificaciones y sistemas de defensa de la Bahía de Cádiz, Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz, Cádiz.
Torrejón Chaves, J. (1992), La nueva población de San Carlos en la Isla de León: 1774-1806, Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica, Madrid.
Head Image: Postal histórica de Puente Suazo emitida por el primer “Centenario de las Cortes y Sitio de Cádiz. 1812-1912”. “Puente Zuazo. San Fernando (Cádiz). Último Baluarte de la Independencia Española” (Colección de los autores).