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Costa Rica: planificación costera, ciudades portuarias y recursos naturales
Costa Rica limita con dos cuerpos de agua muy importantes: el océano Pacífico y el mar Caribe, separados uno del otro por una distancia aproximada de entre 250 y 300 kilómetros.
El litoral Pacífico tiene unos mil kilómetros de largo y, una importante cantidad de “irregularidades”: islas, golfos, pantanos y playas; fuera de un mar rico en fauna, que favorece la pesca comercial y deportiva y, las actividades de buceo recreativo. En este litoral se ubican tres ciudades portuarias (Puntarenas, Quepos y Golfito), además de muchas comunidades de menor población y desarrollo.
Por otra parte, el litoral Caribe podríamos describirlo como uno más corto y lineal. Cuenta con una precipitación promedio anual que varía entre los 6000 mm en la parte Norte y 3000 mm en la parte Sur y, temperaturas promedio de 33 grados Celsius, lo que genera un nivel de humedad relativa del 80%. Estas condiciones climáticas favorecen el desarrollo de una vegetación litoral, compuesta principalmente de bosques inundados. Asimismo, esta región alberga varias cuencas hidrográficas de gran importancia. Una de ellas, la Reventazón, con una extensión aproximada a los tres mil kilómetros cuadrados, es la más utilizada para la producción de energía limpia eléctrica del país. La ciudad portuaria más importante en este litoral es Puerto Limón.
Tradicionalmente, la pesca y el turismo han sido las principales actividades económicas en las zonas costeras, pero está claro que cada comunidad, presenta variables en su mercado de trabajo, dependiendo de la densidad y el tamaño de la población, el desarrollo urbano, la presencia de pequeñas y medianas empresas, la plataforma de servicios públicos y el dinamismo de las grandes industrias, como las portuarias y marítimas.
En el caso de la pesca, la vertiente del Pacífico cuenta con mayor desarrollo que la del Caribe, en una proporción aproximada de 80% a 20% respectivamente (INCOPESCA). El 93% del total de embarcaciones de la flota pesquera nacional corresponde a la pesca artesanal y, solo una pequeña parte, a la pesca industrial. Sin embargo, ese mayor volumen de pesca no redunda necesariamente en mejores condiciones económicas para los pescadores, dado que la pesca artesanal suele ser de bajo aprovechamiento y poca rentabilidad.
La industria del turismo, que está directamente vinculada con la riqueza mundial y la globalización, ha diversificado y activado la economía costera en los últimos cuarenta años, pero ha generado presiones sobre los recursos naturales.
Afortunadamente, Costa Rica cuenta con una alta densidad de agua, pues su disponibilidad per cápita es superior a los 31.300 m3 /persona-año. Esto disminuye el nivel de conflicto por la apropiación de este recurso. Sin embargo, en los últimos años se han dado competencias o contiendas por el agua dulce, en la parte norte de la vertiente del Pacífico. Sin duda las causas se encuentran en el cambio climático y, la alta demanda de algunos sectores, como la agricultura, la silvicultura; pero particularmente por el crecimiento de la industria del turismo.
Costa Rica borders two very important bodies of water: the Pacific Ocean and the Caribbean Sea, separated from each other by an approximate distance of between 250 and 300 kilometers.
The Pacific coast is about a thousand kilometers long and has a significant number of “irregularities”: islands, gulfs, swamps and beaches; outside of a sea rich in fauna, which indulges commercial and sport fishing and recreational diving activities. Three port cities are located on this coast (Puntarenas, Quepos and Golfito), in addition to many communities with less population and development.
On the other hand, the Caribbean coast could be described as a shorter and more linear one. It has an average annual rainfall that varies between 6,000 mm in the North and 3,000 mm in the South, and average temperatures of 33 degrees Celsius, which generates a relative humidity level of 80%. These climatic conditions favor the development of coastal vegetation, mainly composed of flooded forests. Likewise, this region is home to several hydrographic basins of great importance. One of them, the Reventazón, with an area of approximately three thousand square kilometers, is the most widely used for clean electric energy production in the country. The most important port city on this coast is Puerto Limón.
Traditionally, fishing and tourism have been the main economic activities in coastal areas, but it is clear each community presents variables in its labor market, depending on the density and size of the population, urban development, the presence of small and medium-sized companies, the platform of public services and the dynamism of large industries, such as port and maritime industries.
In the case of fishing, the Pacific slope is more developed than the Caribbean, in an approximate proportion of 80% to 20%, respectively (INCOPESCA). 93% of the total number of vessels in the national fishing fleet corresponds to artisanal fishing and only a small part to industrial fishing. However, this greater volume of fishing does not necessarily result in better economic conditions for fishermen, since artisanal fishing tends to be of low use and little profitability.
The tourism industry, which is directly linked to world wealth and globalization, has diversified and activated the coastal economy in the last forty years, but it has put pressure on natural resources.
Fortunately, Costa Rica has a high density of water. Availability per capita is greater than 31,300 m3 /person-year. This decreases the level of conflict over the appropriation of this resource. However, in recent years there have been competitions or disputes over fresh water in the northern part of the Pacific slope. Undoubtedly, the causes are found in climate change and the high demand of some sectors, such as agriculture or forestry; but particularly due to the growth of the tourism industry.
Costa Rica, en la región centroamericana. (Fuente: Shutterstock).
Costa Rica, in the Central American region. (Source: Shutterstock).
La región centroamericana, incluida Costa Rica, tiene una alta densidad poblacional y concentración de actividades productivas en la vertiente del Pacífico. Al mismo tiempo, esta vertiente cuenta solo con el 30% del agua de la región, porque el otro 70% discurre por la vertiente del Caribe, donde, paradójicamente, la población y las actividades económicas son escasas. Esta situación desproporcionada entre los recursos y demandas entre ambas costas plantea la necesidad de una correcta planificación de las zonas costeras, así como también las mejores condiciones de gobernanza, para orientar los procesos de crecimiento por la senda del desarrollo sostenible.
Sin duda, la planificación del territorio costero enfrenta grandes retos, que junto a los ya señalados, también presentan debilidades normativas y una débil ejecución de funciones por parte de los gobiernos locales.
En el ámbito jurídico costarricense el concepto de zona marítimo terrestre suele utilizarse como sinónimo de zona costera, cuando en realidad se trata de conceptos diferentes. Zona Costera es un concepto teórico y técnico, que proviene del corpus conceptual de disciplinas científicas como la geográfica, la económica, la sociológica, los estudios culturales y ambientales, con las diferencias epistemológicas en cada caso. Mientras que el concepto de Zona Marítimo Terrestre – ZMT, es un término creado por la legislación, sin ningún estudio técnico que lo respalde, y con el único objetivo de demarcar una zona pública restringida en 200 metros.
Esta falta de rigurosidad conceptual incide en una limitada comprensión de los recursos naturales del litoral costarricense y, los vuelve vulnerables ante el abuso de municipios costeros y empresas privadas, que están más preocupadas por la rentabilidad a corto plazo, que por la conservación.
Con escenarios tan particulares y, considerando que las estrategias de planificación del territorio costero requieren buenos procesos de gobernanza, es evidente que existen grandes retos por superar. El camino por recorrer podría estar en la Planificación estratégica participativa, que es un recurso metodológico y técnico más elaborado, y que resulta eficiente para enfrentar el crecimiento de la complejidad en las tareas públicas. Este orienta la elaboración de planes y programas que incluyen seguimiento y evaluación de resultados, pero particularmente aporta una perspectiva local.
Se reconocen los extraordinarios logros que Costa Rica ha alcanzado en materia de protección ambiental y ejecución de estrategias para el Desarrollo Sostenible. Sin embargo, puede echarse una mirada a los asuntos pendientes en el país más feliz del mundo.
The Central American region, including Costa Rica, has a high population density and a concentration of productive activities on the Pacific slope. At the same time, this watershed accounts for only 30% of the region’s water, because the other 70% flows through the Caribbean watershed, where, paradoxically, the population and economic activities are scarce. This disproportionate situation between the resources and demands between both coasts raises the need for proper planning of coastal areas, as well as the best governance conditions, to guide growth processes for a sustainable development.
Undoubtedly, the planning of the coastal territory faces great challenges, which together with those already mentioned, also present regulatory weaknesses and a weak execution of functions by local governments.
In the Costa Rican legal field, the concept of terrestrial maritime zone is often used as a synonym for coastal zone, when in fact they are different concepts. Coastal Zone is a theoretical and technical concept, which comes from the conceptual corpus of scientific disciplines such as geography, economics, sociology, cultural and environmental studies, with the epistemological differences in each case. While the concept of Maritime Terrestrial Zone – ZMT, is a term created by legislation, without any technical study to support it. and with the sole objective of demarcating a restricted public area within 200 metres.
This lack of conceptual rigor affects a limited understanding of the natural resources of the Costa Rican coast and makes them vulnerable to abuse by coastal municipalities and private companies, which are more concerned with short-term profitability than with conservation.
With those particular scenarios and considering that coastal territory planning strategies require good governance processes, it is clear that there are great challenges to overcome. The way forward could lie in Participatory Strategic Planning, which is a more elaborate methodological and technical resource, and which is efficient in dealing with the growth of complexity in public tasks. This strategic planning guides the development of plans and programs that include monitoring and evaluation of results, but particularly provides a local perspective.
The extraordinary achievements that Costa Rica has achieved in terms of environmental protection and execution of strategies for Sustainable Development are recognized. However, it is needed to take a look at the unfinished business in the world happiest country.
El Litoral de Costa Rica. (Fuente: Istockphoto).
The waterfront of Costa Rica. (Source: Istockphoto).
IMAGEN INICIAL | El litoral de Puerto Limón. (Fuente: Istockphoto).
HEAD IMAGE | The coastline of Puerto Limon. (Source: Istockphoto).
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Referencias
References
Berdugo González G.; Rodríguez Duarte M. “Las excepciones al régimen de la zona marítimo terrestre, caso especial, Playa Cabuyal de Guanacaste”, Tesis de Licenciatura en Derecho, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica. 2013. x y 102.
Bolaños Blanco C. ”Conflictos ambientales por la gestión del agua: El caso de la comunidad de Playa Potrero, Guanacaste”, in: Agua y Poder en Costa Rica, Editorial UCR 2019.
Valverde Sanchez R. “La problemática del agua en Costa Rica”, Editorial UCR, 2016.