Después de varios años de presencia en Veracruz, el son cubano -arribado a la ciudad durante los años veinte- llegaría a convertirse, para la década de los cuarenta, en parte esencial de la vida festiva del puerto jarocho. Por esta razón, para la segunda mitad del siglo XX, ésta música se definiría así misma como un género local con vida propia y voz distintiva de la de su predecesor, el son antillano.
Una serie de factores contribuirían a la creación de este estilo. En primer término, la aparición de una camada de compositores veracruzanos que escribirían varias piezas dedicadas a la cultura popular del puerto de Veracruz. De esta manera, nombres como los de Emilio Cantarell, Antonio Barcelata y el legendario Agustín Lara, darían voz a este particular sentimiento colectivo a través de su música y letras originales.
Un segundo elemento estilístico sería la particular interpretación veracruzana de la música antillana; la cual, aunque fiel a su estructura original, se alimentaría a su vez de sonidos regionales, expresiones propias y varias referencias al bolero mexicano.
Finalmente, el uso del tres cubano (o tresillo, como se le conoce en la ciudad), sería también pieza fundamental para el desarrollo de este estilo. Su origen, sería una particular interpretación melódica, que, a diferencia de su símil cubano, no se usaría como un medio de contrapunto, sino más bien como una forma de acompañamiento.
Para las décadas de los cincuenta y sesenta, surgirían en el puerto jarocho varios grupos conocidos como “Conjuntos” (término cubano que se usó para definir una ampliación rítmica y armónica en los grupos tradicionales); ejemplo de ello, serían los célebres Conjuntos Anacaona y Tropical Veracruz. Sin embargo, no todas las agrupaciones soneras adquirirían este estilo orquestal; tal sería el caso del grupo Los pregoneros del recuerdo, un conjunto de corte costumbrista que vería su primera luz en 1955.
José Macías “El Tapatío”, Veracruz, Ver, hacía 1989. (Foto: Raúl Méndez)
Para el último tercio del siglo XX, los años setenta serían considerados como una época dorada para el son cubano en Veracruz. A través de ésta década, varias agrupaciones lograrían consolidar un estilo propio y llegarían, incluso, a grabar con reconocidos sellos comerciales. Este fue el caso de la Sonora Sotarrivas y la Sonora Veracruz; orquestas cuyos discos son valorados hoy en día como piezas de culto entre los amantes de la música afroantillana.
Para la década de los ochenta y noventa, la permanencia del son en Veracruz sería un hecho gracias a agrupaciones tradicionales como la Orquesta “Moscovita” de la U. V., la Trova Jarocha / Clave de Oro -de José Macías “El tapatío”-, el Quinteto Mocambo y el grupo Son de la Loma, del magistral tresero Arturo Villegas. Esta continuidad de la música sonera en el puerto, se vería reforzada también con la aparición del Primer Festival del Son Montuno en 1996; un evento que nacería a raíz de la iniciativa del Instituto Veracruzano de la Cultura, el Conaculta y el local bohemio El Rincón de la Trova.
Concurso de baile de son y salsa “Baile mi rey”, Veracruz, Ver, hacía principios de la década de los noventa. (Fuente: Fototeca de Veracruz)
De esta manera, para finales del siglo XX; el son cubano, a más de medio siglo de su llegada a costas mexicanas, seguiría manteniendo su vigencia en Veracruz. Una música que, como un faro de la cultura afroantillana, aún persistiría a pesar de las dificultades socio-económicas y los cambios culturales de la época. Su legado -desde el plano social- se convertiría en un elemento unificador de relatos, costumbres y modos de vida locales; los cuales, al paso de los años, contribuirían al desarrollo de un sentido de identidad entre muchos habitantes del puerto jarocho.
Referencias
Figueroa, Rafael. “Rumberos y jarochos”, en García Díaz, Bernardo; Guerra Vilaboy, Sergio (coordinadores). La Habana / Veracruz, Veracruz/ La Habana. Las dos orillas. Universidad Veracruzana / Universidad de La Habana. México, 2002.
Pitalúa, Carlos y Arturo. Los veracruzanísimos Pregoneros del Recuerdo. SEC / IVEC / Rumberos y jarochos. Xalapa, 2005.
García Díaz, Bernardo. “El puerto de Veracruz, cabeza de playa de la música cubana”, en Ávila Domínguez, Freddy; Pérez Montfort, Ricardo; Rinaudo, Christian. Circulaciones culturales. Lo afrocaribeño entre Cartagena, Veracruz y La Habana. Coedición: CIESAS, Universidad de Cartagena, Institut de Recherche pour le Développement. México, D.F., 2012.
Mac Masters, Merry, Recuerdos del son. Conaculta, México, D.F. 1995.
Ramón, Juárez Jorge. Arpa de Sotavento. Editorial Citlaltépetl (Colección Suma Veracruzana). México, D.F., 1968.
Hemerografía
García Niño, Arturo E. “Glosas profanas para una crónica que se construye a sí misma en el tiempo”, en Eslabones, Revista semestral de estudios regionales. Sociedad Nacional de Estudios Regionales, A.C., México, julio-diciembre de 1992, número 4.
Entrevistas
(Disponibles en: https://las-dos-orillas.tumblr.com/)
Arturo Pitalúa Alvaré. Veracruz, Ver. 8 de octubre de 2014.
Humberto Argumedo. Veracruz, Ver. 7 de octubre de 2014.
Jorge Amieva. Veracruz, Ver. 7 de octubre de 2014.
Miguel Ángel Montoya. Boca del Río, Ver. 13 de octubre de 2014.
Rafael Figueroa. Xalapa, Ver. 18 de agosto de 2014.
Head image: Conjunto Son Tropical Veracruz. Veracruz, Ver, 1940. (Foto: Joaquín Santamaría)