Maracaibo, con cerca de 2 millones de habitantes, es la segunda ciudad en importancia de Venezuela. Localizada en la costa occidental del lago más grande de América Latina, se abre a través de su estrecha barra al mar Caribe. Fue fundada en una primera instancia en 1529 por el explorador y conquistador alemán Ambrosio Alfinger o Ehinger de la familia Welser y primer gobernador de la Provincia de Venezuela.
Maracaibo devino rápidamente como ciudad portuaria para la comercialización de los productos agrícolas del sur del lago y el piedemonte andino, primordialmente el cacao y el café, insertándose en las rutas comerciales hacia Europa y Norteamérica. Al lado del área portuaria, en el centro fundacional, se instalaron las grandes casas comerciales alemanas e inglesas Blohm, Beckman, Breuer-Möller & Co., Zingg, Boulton, Steinvorth, bordeando la emblemática Plaza Baralt.
Malecón de Maracaibo (circa 1910). (Foto: Colección Firnhaber)
El advenimiento petrolero en las primeras décadas del siglo XX, en el lago y sus márgenes, termina por convertir a Maracaibo durante la primera mitad del siglo en un gran centro de administración petrolera, posicionando a Venezuela como el primer país exportador de petróleo del mundo durante casi 50 años. En Maracaibo se instalaron las sedes de las grandes compañías petroleras y el nuevo rubro desplaza al café como el principal producto de exportación en poco más de una década.
La salida internacional del petróleo, luego de sus derivados, requirió la construcción de nuevas áreas portuarias en los centros de producción de la cuenca lacustre. El puerto de Maracaibo se expande para abastecer a la actividad petrolera del occidente del país integrando áreas adyacentes, desplazándose al sur de la bahía de su centro fundacional y posteriormente al este, fuera de la bahía, rellenándose poco más de 16 hectáreas del lago.
El puerto continuará expandiéndose posteriormente en su margen este, en dirección norte, por más de 20 hectáreas, con lo que la actividad en el flanco sur, El Malecón, perderá dinamismo como puerto, abandonándose el dragado del mismo.
El Malecón de Maracaibo se presenta en las últimas tres décadas como un espacio sin actividad portuaria convencional, deviniendo en espacio público, reafirmándose esta vocación en la Ordenanza de Zonificación del Municipio Maracaibo, vigente desde el 2005, como Polígono Recreacional Deportivo (PRD), al mismo título que cualquier parque urbano de la ciudad.
Malecón de Maracaibo y Centro Histórico (2007). (Foto: Maracaibo Cenital)
El Malecón es además un espacio privilegiado para la observación del lago de Maracaibo y para admirar su magnífico puente (8,7 km) construido en 1962 y diseñado por el gran ingeniero italiano Riccardo Morandi, cuyo diseño influenciaría los ulteriores diseños del autor para el Viaducto Polcevera en Génova, para el puente Wadi el Kuf en Libia y el puente de Carpineto en Potenza.
Puente sobre el lago de Maracaibo. (© Mario Alvarado)
Sin embargo, a partir del 2009 el Malecón es asumido por el poder central, Bolivariana de Puertos, y en el presente año de 2013 comienza a ser utilizado como patio de containers con la elevación de un muro que impide toda visualidad y relación entre el Malecón y el centro fundacional. Lo grave no es solo el levantamiento de este muro físico sino la pre-existencia de un muro intangible en el hombre político que no ve más allá de las necesidades operativas circunstanciales del puerto de Maracaibo.
Malecón de Maracaibo ocupado con containers (2013). (© Pedro Romero)
Muro en construcción en el Malecón (2013). (© Pedro Romero)
Si bien esta intervención motivó la reacción de la comunidad de vecinos, profesionales, instituciones y medios de comunicación, alcanzándose el derribo del muro físico, el muro intangible persiste y es por ello que este movimiento ciudadano persiste, exigiendo restituir el carácter público que le asignan las ordenanzas al Malecón.
Oposición ciudadana al muro del Malecón (2013). (© Diario Panorama)
Demolición del muro del Malecón (2013). (© Diario Panorama)
Se trata ahora de lograr que la intervención del Malecón pase a ser un espacio público debidamente acondicionado y que no se lleve a cabo a puertas cerradas dentro de alguna institución oficial, como es la práctica general en Venezuela, sino que sea sacado a la luz pública y sometido a concurso público internacional, para terminar por derribar los muros intangibles de los que deciden por la ciudad.
Head Image: Malecón de Maracaibo y Centro Histórico (2007). (Foto: Maracaibo Cenital)