Todavía nadie sabe, en el momento de escribir este Editorial (20/04/2020), cuando ni como terminará la crisis de la Covid-19. Numerosos artículos de diferentes pensadores con mayor o menor profundidad nos aventuran unas situaciones muy distintas una vez superada la fase aguda actual. Las posiciones oscilan entre los extremos: “todo cambiará” a “debemos volver a la normalidad, es decir, a la situación anterior”. Probablemente no todo cambiará, pero seguro que no volveremos a la misma situación. Nos inclinamos en que debe haber y habrá transformaciones importantes en la sociedad. En cualquier caso todos estamos de acuerdo en que esta nueva y desconocida crisis supondrá un duro golpe a la economía, la organización de la salud pública y las relaciones sociales de todos los países y que muchas cosas nunca serán iguales. La crisis ha supuesto ya, sin duda, un cambio en nuestras vidas. Para que este cambio se traduzca en una transformación y un progreso real y tangible de nuestras sociedades deberemos realizar análisis profundos en todos los órdenes y sectores y decidir en que direcciones queremos avanzar en el futuro. Nosotros deseamos contribuir en la medida de nuestras posibilidades a la descripción y estudio de los impactos y las transformaciones de las ciudades portuarias.
¿Cómo afectará en el futuro esta crisis a los puertos y las ciudades portuarias? En estos momentos en que no sabemos como vamos a salir de la situación actual y que podremos hacer en los próximos meses no podemos dar respuesta a la pregunta. Pero sí constatamos unos primeros elementos muy preocupantes: disminución del tráfico marítimo de mercancías que se verá influido en el futuro por nuevas decisiones sobre proteccionismo y globalización; caída considerable del transporte de pasajeros en líneas regulares en la actualidad y en los próximos meses; práctica desaparición durante un incierto periodo del tráfico de cruceros y del turismo náutico; en definitiva, nueva crisis en los puertos y en las ciudades portuarias que se sumará a la disminución del consumo, al aumento de la deuda, la desaparición de empresas y las pérdidas de empleo generales de los países. Por otra parte estamos viviendo una revalorización evidente de las nuevas tecnologías -comunicación, teletrabajo, información, formación- en la sociedad que, sin duda, también tendrá incidencia en los cambios que nos esperan en los próximos años.
A corto plazo RETE se ha visto obligada a retrasar la reunión de primavera de este año que debíamos realizar en Livorno en mayo. La reunión, el seminario y las elecciones de los órganos de representación y gobierno de la organización se han trasladado a otoño, a la mitad de octubre, en la misma ciudad. Pero hemos decidido editar puntualmente el presente número de Portus para mantener su periodicidad y la relación con todos los socios y lectores y se mantiene también el call for papers de PortusPlus. Portus dedica su Portrait a la bella ciudad chilena de Valdivia y mantiene, a pesar del confinamiento en que nos hemos visto sometidos los redactores y los autores, la mayoría de sus secciones tradicionales y publica un buen numero de interesantes artículos e informaciones.
En unas primeras conversaciones dentro del Comité Científico de RETE se apunta la posibilidad de dedicar, si disponemos de suficientes informaciones y elementos objetivos para la discusión, el Seminario -y algunos artículos de Portus- a los impactos de la Covid-19 sobre la ciudad portuaria y también a experiencias y políticas de futuro sobre los importantes cambios que nos esperan. Como siempre estamos abiertos a todas las ideas e iniciativas que en este sentido nos planteen los socios de RETE y los lectores de Portus.
Head Image: Valdivia, una vista desde las orillas del río. (© Andrés Horn, 2020)