Málaga y la Costa del Sol: un hábitat turístico en continua reinvención

29 Marzo, 2013

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Málaga y su territorio, la Costa del Sol, son la suma de su luz, su clima y el carácter cosmopolita de sus residentes. Málaga es una de las ciudades más antiguas de Europa, y su condición portuaria desde el siglo VIII a.C. le permitió un contacto continuo con las rutas comerciales y culturales que la definen como una ciudad abierta.

Definir la Costa del Sol es hablar de un territorio contemporáneo específico del siglo XX, símbolo del derecho al ocio como conquista del hombre contemporáneo. Aquí las reglas son distintas a las de la ciudad tradicional. Es una ciudad turística litoral de casi 140 km creada en sólo 25 años y consolidada en otros tantos. Pero más que ciudad, hablamos de un territorio complejo e híbrido, dedicado al ocio, el turismo, la residencia y la actividad terciaria de servicios.

El desarrollo del turismo se inicia a finales del siglo XIX. Tras el fallido desarrollo industrial y la crisis agrícola se optó por promocionar a Málaga como estación balnearia de invierno destinado a la élite europea. A mediados del siglo XX, se inicia un fenómeno de expansión turística hacia Gibraltar siguiendo la carretera litoral N-340, que unido a un acelerado desarrollo urbanístico la han convertido en la calle más larga de Europa y a la Costa del Sol en un referente de los destinos turísticos de sol y playa del mundo, como puso de manifiesto Michelle Obama en 2004.

La ciudad del ocio de los años dorados de 1960 y 70, centrada en los hoteles, discotecas, tablaos flamencos, bares de copas y que atrajo la Jet Set Marbellí, se ha transformado en un “nuevo hábitat turístico”, adentrándose cada vez más hacia el interior montañoso y alejándose de la primera línea de playa. Ya no es sólo un destino de vacaciones, sino un hábitat residencial contemporáneo donde conviven comunidades de europeos -fundamentalmente ingleses y alemanes- junto a las locales, afincados a lo largo de las numerosas urbanizaciones.

Esta proliferación de tejido residencial de baja densidad con gran número de piscinas privadas han desplazado la línea de costa hacia el interior: actualmente existen más kilómetros de playa de piscina que de playa natural. Por otro lado, el importante desarrollo de campos de golf desde 1990, ha renombrado este territorio como la Costa del Golf, al contar con el mayor número de campos de golf de Europa continental.

La Costa del Sol es un territorio dinámico en continua reinvención: se adapta a las necesidades del turista, que actualmente busca experiencias enriquecedoras, más allá del sol y la playa. Por ello cuenta con todos los segmentos turísticos y si no, los inventa. Es la costa del lujo asociado a Marbella y sus puertos deportivos, del turismo de salud concentrado en sus clínicas de estética, y cultural de sus renovados cascos históricos.

Por ello, Málaga ha iniciado una importante operación de recuperación del centro histórico, mediante su peatonalización parcial, la construcción de nuevos museos -entre los que destaca el Picasso (2003) y el Carmen Thyssen (2011)-, la restauración arqueológica del teatro romano y la creación de importantes espacios públicos como el Palmeral de las Sorpresas, un nuevo frente portuario terciario y comercial que ha vuelto a acercar a la ciudad al mar.

La nueva Málaga y la nueva Costa del Sol buscan un hueco en la competitiva red de ciudades culturales y destinos turísticos globales. Porque ya no se trata de atraer a más turistas sino de mantener la fidelidad de los que ya la conocen.

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+2.800

Horas de sol al año

 

 

 

 

+140

Días con temperatura

superior a 25°

 

 

 

 

 

62

Pantallas de cine

 

 

 

9

Rutas turísticas

 

 

 

 

501

Restaurantes

 

 

 

 

 

  

+12.500.000

de pasajeros en el aeropuerto al año

 

 

 

53

aerolíneas

mantienen conexiones internacionales con

124

ciudades de

31

países

 

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